Todo empezó un 11 de mayo de 1999.

De los 3 a los 12 años me estuvieron obligando a ver a mi padre en puntos de encuentro, donde yo tenía que ir pese a no querer verlo.

Durante todo este proceso de casi 10 años, yo tuve que estar contando la historia una y otra vez a quien se pusiese delante, (abogados, terapeutas etc.) tenía que dar mi versión. Luchar por mi.

Me sentí sola, porque mi madre no podía hablar por mí y mis hermanos tampoco.

Llegó el momento en el que decidí que no quería ver más a mi padre.

En ese momento, debido a mi historia, entendí cuál iba a ser mi propósito, acabé estudiando psicología.
Quería ayudar a otras mujeres como yo a tomar sus propias decisiones, poner sus límites, y tenerse como prioridad sin sentirse egoístas.

Me encantaría acompañarte en este proceso de transformación.

Ya son más de cincuenta mujeres las que decidieron tomar acción y confiar en mí, para acompañarlas en su camino.

Te aviso, no quiero venderte una vida ideal, porque no existe. Depende de nosotras conectar con nuestra esencia y poder vivir la vida que queremos.

Vamos a convertirnos en auténticas leonas.